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23 de Octubre
El flujo vaginal en el embarazo es un tema natural que puede generar dudas, especialmente para quienes están atravesando esta etapa por primera vez. A lo largo de este artículo, te explicaremos los cambios que puede experimentar el flujo vaginal durante el embarazo y las señales de alerta a las que debes prestar atención para asegurarte de que todo esté bien. ¡Sigue leyendo y aprende con Nosotras!
El flujo vaginal no siempre indica embarazo. Sin embargo, si esto sucede, es posible que observes una secreción con algo de sangre llamada sangrado de implantación durante la primera etapa. Cuando el óvulo fecundado se implanta en el endometrio, esto suele ocurrir.
A diferencia de la menstruación el flujo vaginal se mantendrá durante el embarazo, este puede aumentar su cantidad, lo cual es algo totalmente normal. Es probable que notes cambios en su textura y apariencia, volviéndose más espeso, claro o blanco, y con poco o ningún olor.
Este aumento en el flujo vaginal es una respuesta natural del organismo para proteger tanto tu cuerpo como al de tu bebé de posibles infecciones. Mientras el flujo sea como siempre lo has tenido, claro o blanco, sin un olor fuerte o desagradable, no hay de qué preocuparse. Recuerda, es una señal de que tu cuerpo está funcionando como debe y ayudando a mantener el ambiente adecuado para el desarrollo de tu bebé.
Mantente atenta a cualquier cambio inusual en el color, olor o consistencia del flujo, ya que podría ser una señal de alguna infección o complicación Si tienes alguna duda, te recomendamos consultar con tu médico para asegurarte de que todo marche bien.
Aunque es normal tener bastante flujo vaginal en el embarazo, debes estar muy atenta si notas cualquier cambio en él, especialmente en su olor, si se hace más fuerte, o en la consistencia, si se parece a un queso feta o leche cortada. Lo mejor en estos casos es que visites a tu ginecóloga para que te haga una respectiva valoración ya que podría tratarse de una infección y no queremos que nada malo nos pase.
El flujo vaginal puede variar en su cantidad, o también puede hacerse más espeso o pegajoso conforme pasan los meses de gestación, sin embargo, si necesitas la evaluación de un especialista para estar más tranquila, ¡ve sin ningún problema!
Mientras nuestro bebé crece, nuestras hormonas están de fiesta, ¡y vaya que se hacen notar! Esta es una de las principales razones del aumento del flujo vaginal durante el embarazo. A medida que nuestros niveles de estrógenos y progesterona se disparan, es normal que notemos más secreciones vaginales. Además, con el incremento del flujo sanguíneo en nuestra Zona V, también es común que la cantidad de flujo aumente.
Todo esto es parte del proceso natural que nuestro cuerpo atraviesa para protegernos de infecciones, mantener nuestra flora vaginal en equilibrio y prepararnos para un parto saludable.
El flujo vaginal es completamente normal durante el embarazo, pero es importante prestar atención a cualquier cambio en su color, ya que podría ser una señal importante de que debes visitar a tu ginecóloga. ¡Conozcamos qué significan algunas de estas variaciones en el color de tu flujo!
El flujo blanco en el embarazo es indicador de que tu flora se encuentra saludable y que tu bebé está protegido. Probablemente en todas las mujeres se vea diferente, algunas pueden notarlo transparente, otras un poco más blanco y espeso. Recuerda que si el olor no es desagradable, no tienes porqué preocuparte.
El flujo rosa en el embarazo puede significar muchas cosas, por eso, si lo llegas a notar ya sea en el primer, segundo o tercer trimestre, lo mejor es que vayas a una consulta con tu ginecóloga para salir de dudas.
A menudo, antes de saber que estamos esperando un bebé, podemos experimentar un sangrado de implantación que toma este color, y que nos dice que el óvulo fertilizado se ha implantado con éxito al útero.
Sin embargo, a medida que transcurren los meses tener un flujo de este color podría deberse a otros factores como irritación, infecciones o complicaciones, toma medidas y busca el consejo de tu ginecóloga.
Si tu flujo blanco al quedarse en tus panties o protector diario, se torna de un color amarillento puede ser normal, sin embargo, si este color viene acompañado de otros síntomas como mal olor, picazón, irritación o ardor al orinar, puede ser un claro signo de infección. ¡Ve por un diagnóstico pronto!
Este es el signo que puede indicar sangrado activo. Si lo experimentas en grandes cantidades, busca atención médica de inmediato.
Ahora hablemos sobre otros tipos de flujo vaginal en el embarazo que pueden estar presentes y necesitas estar enterada sobre lo que podrían significar.
O, como también se conoce, “tapón mucoso”, se trata de un flujo espeso que puede desprenderse días antes del parto pero no necesariamente significa que ya vayas a dar a luz. Esta secreción se forma para proteger al útero de cualquier posible infección y tener a tu bebé a salvo. ¡Nuestro cuerpo sabe lo que hace!
¿Has oído que muchas mujeres "rompen la bolsa o fuente” antes de dar a luz? ¡Ya tienes un poco de contexto! El líquido amniótico es transparente, como el agua y tiene un papel muy importante durante nuestro embarazo porque permite que el bebé se mueva dentro del útero, lo que lo ayuda a crecer saludablemente.
Si notas que empiezas a perder este tipo de flujo, es posible que sea una señal de que la bolsa se ha vuelto inestable. Si esto ocurre, es hora de ir al hospital o comunicarse con tu partera porque tu bebé está por llegar.
Como su nombre indica, este flujo viene acompañado de un poco de sangre y, aunque la sangre casi siempre es alarmante, hay casos durante el embarazo en los que no tienes porqué preocuparte ya que puede ser causado por la dilatación, tus relaciones sexuales o examenes pélvicos. No olvides que si notas dolor o algo extraño, es mejor que asistas donde tu ginecóloga de confianza.
Después de esta explicación detallada nuestra conclusión es que si bien el aumento del flujo vaginal en el embarazo es común en muchas mujeres que transitan por esta etapa, hay señales que indican cuándo es momento de ir con un especialista.
Algunos de estos signos son: dolor pélvico, mal olor, picazón o ardor en la Zona V, flujo de color amarillento, grisáceo o verdoso, y, por supuesto, cualquier cambio que te haga sentir incómoda o que te preocupe. ¡Confía en tu instinto de mujer! Si algo no te parece normal, es mejor consultar a tu médico para estar tranquila.
Una infección vaginal no tratada a tiempo durante el embarazo puede poner en riesgo tanto tu salud como la de tu bebé, e incluso contribuir a un bajo peso al nacer. Por eso, es fundamental que acudas a tus controles médicos regularmente. Aquí te compartimos algunas recomendaciones clave para evitar infecciones vaginales:
Mantén tu zona íntima limpia y seca: la higiene diaria es crucial. Lava suavemente tu Zona V con agua y jabón especializado, y asegúrate de secarla bien para evitar bacterias.
Sigue una dieta equilibrada y saludable: una alimentación rica en frutas, verduras y proteínas fortalecerá tu sistema inmunológico, ayudándote a combatir infecciones.
Hidrátate adecuadamente: bebe suficiente agua durante el día, esto es bueno para tu salud y ayuda a mantener el equilibrio de tu flora vaginal.
Usa protección durante las relaciones sexuales: usa condón para reducir el riesgo de contraer Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), que pueden complicar tu embarazo.
Elige ropa interior adecuada: evita prendas demasiado ajustadas y elige telas transpirables, como el algodón, estas permiten la circulación de aire y ayudan a mantener la zona íntima fresca y seca.
Nuestra recomendación: ¡Protectores diarios largos! Son perfectos para esta etapa en la que vas a necesitar una ayuda extra para mantener tu Zona V libre de toda humedad que pueda llamar la atención de bacterias, además, son 3 centímetros más largos y absorben 40% más que un protector tradicional, controlan el olor y son ideales para esos días de flujo abundante.
Así que cuando pienses en una forma amigable y cómoda de combatir tu flujo diario vaginal, ya sabes, ¡piensa en Nosotras!
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