Cambios psicológicos en la adolescencia: ¿por qué te sientes diferente?

Cambios psicológicos en la adolescencia: qué pasa con tus emociones - Nosotras

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19 de Diciembre

Hay momentos en los que sientes que estás en una montaña rusa emocional: un día estás feliz, al otro todo te molesta. A veces te encanta tu vida y otros en los que te gustaría cambiarlo todo. ¡Tranquila! No estás exagerando. Lo que sientes es totalmente normal y tiene una explicación: tu mente y tu cuerpo están creciendo. En la adolescencia tu cerebro, tus emociones y tu forma de ver el mundo están reacomodándose para ayudarte a descubrir quién eres. Exploremos más a detalle cuáles son esos cambios psicológicos en la adolescencia por los que puedes estar atravesando.

¿Qué caracteriza a la adolescencia?

La mejor forma de vivir cualquier etapa es entenderla. La adolescencia es ese periodo entre la niñez y la adultez en el que casi todo cambia: tu cuerpo, tus ideas, tus emociones y hasta tus relaciones. Es un proceso lleno de aprendizajes, contradicciones y descubrimientos. En palabras simples, es una etapa para construirte , para entender qué te gusta, cómo te sientes y qué tipo de persona quieres ser.

Etapas de la adolescencia

Aunque cada persona crece a su propio ritmo, los expertos dividen esta etapa en tres momentos . En cada uno pasan cosas distintas, pero todas igual de importantes, que te ayudan a madurar poco a poco. Conozcamos cuáles son estas etapas y descubre en cuál te encuentras:

10 a 13 años: Adolescencia temprana

Empiezas a notar cambios en tu cuerpo: creces, tu voz puede sonar diferente, te interesan cosas nuevas y empiezas a buscar un poco más de independencia. También puedes sentirte más sensible o confundida, y está bien: es el inicio de un proceso para entender quién eres. Por esto, no te sorprendas cuando los cambios de humor con tus papás o amigos cercanos no tengan “una razón muy clara”. ¡Eso sí!, procura ordenar tus pensamientos antes de tener conversaciones importantes.

14 a 16: Adolescencia media

Aquí las emociones pueden sentirse más intensas: te importa más lo que piensan tus amigos, tus opiniones se fortalecen y quieres probar cosas nuevas. También comienzas a tener más claridad sobre tus intereses, tus pasiones y tus límites y, aunque está bien conocer cosas nuevas, nunca permitas que te presionen a hacer algo que no deseas. Tu autenticidad es lo que te hace única.

17 a 19 años: Adolescencia tardía

Comienzas a pensar más en tu futuro: qué estudiar, qué te gustaría hacer o qué metas personales tienes. En esta etapa, la identidad se consolida y aprendes a tomar decisiones más conscientes, claro está, con la gran posibilidad de cometer errores. Y sí, los errores aparecerán, pero también te enseñarán mucho. No son obstáculos, sino parte de tu construcción personal.

Tu cerebro también está cambiando

Detrás de todo lo que sientes está tu cerebro, que sigue desarrollándose hasta aproximadamente los 25 años. En esta etapa de la adolescencia, la parte que maneja las emociones y la búsqueda de recompensas se activa más rápido que la que toma decisiones racionales. Por eso, a veces reaccionas impulsivamente o sientes que tus emociones están al máximo. Pero no te preocupes, esta etapa te está preparando para pensar, decidir y sentir de forma más coherente con lo que piensas y sientes.

Cambios emocionales y cognitivos durante la adolescencia

Tus pensamientos se vuelven más complejos, pues antes, cuando estábamos en la etapa de la niñez, solíamos calificar las situaciones de la vida como positivas o negativas, felices o tristes, llanto o sonrisas. Ahora, dejamos de ver las cosas a blanco y negro, a entender que hay matices, puntos de vista distintos y emociones mezcladas. También te vuelves más consciente de ti misma, reflexionas sobre lo que sientes y te preguntas más sobre el sentido de las cosas, ¡o de la vida! Todo esto es parte del crecimiento emocional y mental que te convierte en una persona más empática y segura.

Principales cambios psicológicos en la adolescencia

Aunque esta etapa tenga altibajos, aquí te contamos los cambios más comunes que puedes experimentar en la adolescencia:

Estás descubriendo quién eres

Esta etapa es una especie de laboratorio personal: pruebas, cambias, te reinventas. Quieres saber qué te hace diferente y qué te hace sentir bien contigo misma. Construir tu identidad toma tiempo, así que no te apresures. Todo forma parte del crecimiento.

Tu autoestima da sus vueltas

Habrá días en los que te sientas increíble y otros en los que dudes de ti. Es normal. Estás aprendiendo a aceptar tus logros y tus errores. Recuerda que no necesitas compararte con nadie, porque tu proceso es único.

Aceptar tu cuerpo también es parte del cambio

Tu cuerpo cambia rápido y eso puede generar inseguridades, pero cada cambio tiene una razón: estás creciendo. Aceptarte no significa que todo te guste siempre, sino que reconoces que vales por lo que eres no por cómo te ves.

Quieres más independencia

Empiezas a querer tomar tus propias decisiones, probar tus ideas y defender tus opiniones. Esa búsqueda de independencia es natural, pero también implica aprender a ser responsable y pensar en las consecuencias de tus actos. En otras palabras, apropiarte de la “causa y efecto”.

Tu forma de pensar cambia

Empiezas a cuestionar, analizar y construir tu propia opinión sobre el mundo. Ya no aceptas todo sin preguntar; buscas entender el porqué de las cosas. Esto muestra que tu pensamiento crítico está creciendo.

Tus amigas influyen más en ti

En esta etapa, los amigos se vuelven tu refugio, tu espejo y tu espacio de libertad. Es normal que busques sentirte parte de un grupo, pero también es importante rodearte de personas que te hagan sentir bien y no te presionen a ser alguien que no eres.

Curiosidad por la sexualidad

La curiosidad sobre la sexualidad también aparece. Es un tema normal, natural y saludable si lo vives desde el respeto, la información y el autocuidado. No tengas miedo de hacer preguntas: conocer tu cuerpo también es una forma de protegerte.

Factores de riesgo más comunes en la adolescencia

Durante la adolescencia, los cambios emocionales y sociales pueden hacerte más sensible a ciertas situaciones que afectan tu bienestar. La presión del grupo, lo que vemos en redes sociales, el acoso, la baja autoestima o buscar aprobación de otros pueden influir en tus decisiones y emociones. No te contamos esto para preocuparte, sino para que puedas identificar a tiempo lo que no te hace bien y recordar que buscar apoyo también es una forma de cuidarte. Estos son algunos de los factores de riesgo más comunes:

Consumo de alcohol o sustancias: En esta etapa tu cerebro sigue desarrollándose y es más vulnerable a sus efectos.
Presión para vivir experiencias sexuales sin protección: Puede traer riesgos físicos y emocionales.
Exposición a retos o conductas peligrosas en redes: Como manejar a alta velocidad o participar en actividades riesgosas “por moda”.
Acoso escolar o ciberacoso: Afecta directamente la autoestima, la seguridad y el estado emocional.
Autolesiones o pensamientos de hacerse daño: Suelen aparecer cuando te sientes sobrepasada o sin apoyo.

¿Qué hacer si sientes que algo no está bien?

Si sientes ansiedad, tristeza o simplemente un “no sé qué”, háblalo. Cuéntaselo a alguien en quien confíes: un amigo, tu mamá, un profesor o a tu persona de entera confianza. También hay líneas y espacios de apoyo emocional donde puedes buscar orientación. Hablarlo siempre es el primer paso para sentirte mejor.