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21 de Junio
Hay demasiados temas de los que sí o sí hay que hablar cuando se trata del embarazo y, uno de ellos, es el postparto. Una situación por la que pasamos todas después de tener un bebé, que para algunas puede ser una pesadilla y para otras, ¡no tan horrible como parecía! En este artículo te compartimos algunas de las cosas que debes saber.
Hablemos de los cambios porque, aunque el embarazo está lleno de ellos, el postparto también, pero ¡tranquila! Estos serán pasajeros:
Vuelven los cambios hormonales porque el útero se debe contraer y debes empezar a producir leche para alimentar a tu bebé.
Es posible que el cabello se te caiga en unas cantidades anormales, pero no te preocupes, este es un proceso normal que después se volverá a regular.
Notarás cambios en los senos, es posible que veas que se ponen rojos o que están inflamados y que, además, duelan un poco. También es normal que sientas que su forma no vuelve a ser la misma porque la piel debe ceder durante el embarazo.
¿Qué pasa con el abdomen? Tendrás contracciones postparto conocidas como los entuertos. Esto ayudará a que la barriga disminuya y vuelvas a tu estado natural.
Tu espalda tendrá que hacer más trabajo, no solo por cargar al bebé, sino también porque los músculos del abdomen están débiles y toda la carga la recibirá los músculos de la espalda, por eso es normal que experimentes algo de dolor.
El estreñimiento puede volver a aparecer, pero nada que una dieta rica en fibra no pueda solucionar.
Podrás tener sudoración excesiva en las noches. Esto, porque tu cuerpo necesita eliminar el exceso de líquidos que se retuvieron durante el embarazo.
Si bien todo lo que te contamos anteriormente son síntomas totalmente normales, también hay algunos que pueden decirte que algo no está bien. Conoce algunos de ellos:
Sangrado vaginal muy abundante o con mal olor.
Fiebre mayor a 38°C.
Hinchazón en las piernas o la cara.
Molestias o dolor al orinar.
En caso de cesárea, enrojecimiento de la herida o secreción.
Dolor de cabeza que es constante y no mejora.
Fatiga excesiva al punto de sentir que no puedes cumplir con tus tareas diarias o cuidar a tu bebé.
Dolor insoportable en los senos, acompañado de heridas, enrojecimiento y sensación de calor.
Sentimiento de tristeza que dura más del primer mes, y no te permite cuidar a tu bebé.
Lo normal es que dure 6 semanas, pero, como ya sabemos, el proceso de cada mujer es diferente y, en ocasiones, puede durar más.
Recuerda que cuidar a tu bebé durante este tiempo es muy importante, pero ¡no te puedes olvidar de ti! Aquí te damos algunos consejos:
¡Aliméntate bien! Come lo suficiente, dale a tu cuerpo todos los nutrientes necesarios y no te saltes ninguna comida.
Toma mucho líquido e incluye en tu dieta alimentos ricos en fibra que te ayuden a combatir el estreñimiento.
¡Cuidado con auto medicarte! Sobre todo, si estás alimentando a tu bebé.
Evita el ejercicio físico intenso, hazlo solo bajo recomendación médica.
Aprovecha el tiempo en el que tu bebé duerme para que también descanses o hagas algo de lo que te gusta.
Pon límites. Es normal que muchas personas quieran visitarte y pasar tiempo contigo y el bebé. Sin embargo, tú también estás en tu derecho de decir no o posponer algunas visitas si no te sientes con ánimo de recibirlas.
No te olvides de tu salud mental. Si te sientes triste, háblalo con alguien. Apóyate en tu pareja o tu red de apoyo, y no te quedes callada. El silencio, solo puede hacer que estos sentimientos sean cada vez más intensos y difíciles de controlar.
Lo primero que debes saber es que esto no es algo que pasará una vez des a luz. Después de 6 o 12 meses del parto, tu peso normal volverá. Ser paciente y llenarte de amor propio, serán dos cosas claves, durante este proceso. Además, recuerda que cualquier peso que tengas es el ideal para ti en ese momento, que para tu bebé eres perfecta y que no es momento para preocuparte por esto. Disfruta el momento, vive el proceso y ámate mucho.
Es muy importante que no reduzcas tus calorías inmediatamente tengas a tu bebé pues, para la lactancia, es fundamental que tu cuerpo tenga todos los nutrientes necesarios. Además, tu organismo está enfocado en recuperarse y la alimentación es clave. Si quieres empezar a llevar una dieta para bajar de peso, siempre sigue las recomendaciones de un experto.
Además, recuerda que amamantar a tu bebé puede ayudarte a bajar de peso de manera natural y sin mucho esfuerzo. Pero es lo menos importante; enfócate en ser una mamá saludable y en tener un bebé hermoso y sano.
Como el postparto es un proceso que cambia tanto entre una y otra mujer, está lleno de mitos y creencias que solo generan miedo e inseguridades; aquí te compartimos los más comunes:
Si tu bebé nació por cesárea, debes esperar algún tiempo para amamantarlo. MITO. Aunque puede que para la mamá sí sea un poco más difícil por el dolor y la incomodidad que genera la cesárea, esta, no produce ningún efecto negativo sobre la leche.
La cicatriz de la cesárea puede molestar más, 3 días después del parto. VERDADERO. Esto sucede porque la herida empieza a cicatrizar y por eso puede generar más dolor, pero es normal y al poco tiempo dejará de ser molesto.
Si el bebé no gana peso, es porque la leche de la mamá no está siendo nutritiva. FALSO. Durante el proceso de amamantar es normal que, al principio, la leche salga más aguada y después tenga una mayor cantidad de grasa. Si el bebé no sube de peso, puede ser porque la técnica de lactancia no esté siendo la correcta, porque el bebé no está bien acomodado, o se está cambiando muy rápido entre un seno y el otro y solo está tomando esas primeras descargas de leche que pueden no contener todos los nutrientes. Si esto pasa, puedes consultar con una experta en lactancia materna.
Durante la lactancia no puedes quedar en embarazo. FALSO. Es verdad que durante la lactancia aumenta la prolactina, una hormona que inhibe el proceso de ovulación. Sin embargo, en todas las mujeres este proceso es diferente y no se puede asegurar que la lactancia es un método anticonceptivo efectivo al 100%. Así que, si no están buscando un bebé, es muy importante consultar para volver a planificar.
La mamá no se debe bañar en un mes. FALSO. En esta etapa la higiene es una de las cosas más importantes. Lo que sí no se recomienda es meterse a piscinas, jacuzzis o bañeras, hasta 1 mes después del parto para evitar que la cicatriz se infecte.
Las hormonas, los cambios y el hecho de tener bajo tu responsabilidad un bebé que depende 100% de ti, puede generar algunos sentimientos de angustia o tristeza que son normales, pero que deberían desaparecer aproximadamente a los 10 días del parto. Si no es así, es momento de que busques ayuda y hables con un profesional.
La depresión postparto es algo que va mucho más allá de la tristeza, dura mucho tiempo y es común sobre todo, en las mamás primerizas. Debes tener en cuenta que no necesariamente empieza a los pocos días del nacimiento del bebé, pues puede presentarse en cualquier momento durante los primeros 3 meses de vida de tu pequeño. ¿Cómo identificarlo? Aquí te damos algunas señales, si la mayoría de tus respuestas son sí y si los síntomas duran más de 2 semanas, ¡debes visitar a un experto!
¿Los hobbies que antes amabas ya te interesan muy poco o casi nada?
¿Te sientes cansada y sin nada de energía todo el tiempo?
¿Sientes ganas muy intensas de comer todo el día o no te provoca comer nada?
¿Estás durmiendo más de lo normal o te cuesta muchísimo conciliar el sueño?
¿Te cuesta concentrarte?
¿Te sientes incapaz de tomar decisiones?
¿Piensas constantemente en la muerte o en acabar con tu vida?
Debes tener muy claro que estos sentimientos de tristeza o depresión no son tu culpa, esto es algo que viene relacionado a todos los cambios que estás experimentando y que no solo te pasa a ti. Por eso, si en algún momento sientes que necesitas ayuda, no dudes en pedirla. En este caso, ya no solo se trata de ti, también es la vida de un pequeño que necesita tener a su mamá presente para crecer bajo un ambiente de amor y cariño que será fundamental para tener un buen desarrollo.
No hay guías que indiquen cuánto tiempo debes esperar para volver a tener relaciones sexuales luego de dar a luz. Algunos expertos recomiendan esperar de 4 a 6 semanas, para darle tiempo al cuerpo de sanarse y recuperarse. Sin embargo, serás tú la persona encargada de decidir si ese tiempo es suficiente o si sientes que necesitas un poco más.
Es normal que el parto, traiga consigo sequedad vaginal, dolor y poco deseo sexual, pero no olvides que existen algunas ayudas como los lubricantes que pueden ayudarte a disfrutar más este momento. Además, también es importante que hables con tu pareja, para que entienda el proceso por el que estás pasando y te acompañe a afrontar todos los cambios.
Si eres mamá primeriza, estos consejos te pueden servir:
¡Duerme todo lo que puedas! Aprovecha esos momentos en los que tu hijo duerme, para recuperar energías. Descansar, te ayudará a poder atender a tu bebé con una mejor actitud y a sentirte con buen ánimo.
¡Acepta toda la ayuda que te ofrezcan! Sabemos que eres una súper mujer, pero mientras te acostumbras a la nueva vida, deja a un lado ese sentimiento de querer hacerlo todo y permite que tu mamá, tu suegra, una amiga, tu esposo, etc. Se hagan cargo del cuidado de tu bebé por un tiempo y de algunas de tus tareas y que así, te ayuden a estar más tranquila.
¡No te olvides de tu pareja! Si bien es muy probable que las relaciones sexuales no estén presentes, no te olvides de los mimos, de recordarle cuánto lo quieres y lo importante que es en todo este proceso.
¡No te obsesiones con la lactancia! Alimenta a tu bebé hasta donde puedas, si no funcionó, no te culpes. Cada mujer vive su propio proceso así que, puedes buscar expertos en lactancia materna.
¡Recuerda que tú también eres importante! Saca tiempo para ti, para consentirte, cuidarte, darte un baño largo, descansar, hacer más de eso que tanto te gusta y recargar energías. No te sientas culpable si dejas a tu bebé por un momento con alguien que confías muchísimo, para enfocarte solo en ti.
No te llenes de miedos frente al postparto, espera a que llegue el momento y vívelo sin predisposiciones. Tú eres una súper mujer y serás una gran mamá, ¡no dudes de eso nunca!
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