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4 de Julio
Estás viendo una película histórica, la protagonista acaba de contraer matrimonio y es hora de que los novios tengan su primera relación sexual. En la siguiente escena están recogiendo la sábana de la cama para ver si hay sangre o no en ella… Sí, están verificando si la chica conservaba aún el himen, es decir, su virginidad, aunque muchas veces esto no tenga nada que ver.
Si es posible dar un premio a la parte del cuerpo femenino que genera más revuelo en la sociedad, es el himen. Esta diminuta partecita causa tanta confusión y secretismo en unas culturas o admiración y misterio en otras. ¡Basta de tabúes! es hora de normalizarlo.
Este es un tejido o membrana delgada, elástica y carnosa que se ubica en la entrada de la vagina, verdaderamente no cumple ninguna función en especial ¿¡No sirve para nada?! realmente no, pero eso no ha impedido que la sociedad lo acredite como símbolo de la pureza de la mujer.
Se forma durante la gestación y va cambiando con el paso de los años, en un comienzo es muy grueso y poco a poco se va volviendo más delgado.
Esta fina membrana está ubicada en la entrada de la vagina. Se encuentra justo dentro de la abertura vaginal, a unos pocos centímetros hacia adentro. Es importante destacar que el himen puede tener diferentes formas y espesores, y su apariencia varía considerablemente de una persona a otra. En algunos casos, el himen puede ser apenas perceptible, mientras que en otros puede ser más prominente.
Es un mito común que el himen cubre completamente la entrada vaginal; en realidad, tiene una o más aberturas que permiten el paso del flujo menstrual. Además, el himen puede estirarse o desgarrarse debido a varias actividades como la práctica de deportes o algunos movimientos cotidianos.
Cada mujer tiene un himen de diferente forma y tamaño. Aunque existen distintos tipos, lo más común es que este sea en forma de media luna y cubra parte de la entrada de la vagina, de esta manera, se permite todavía la entrada de tampones y la salida de la menstruación. Sin embargo, esto no sucede en todos los casos.
1. Normal: El tejido tiene un agujero lo suficientemente grande para dar paso al periodo. Es el más común entre las mujeres. Es posible usar tampón con facilidad y sin alterar el himen.
2. Microperforado: El agujero es muy pequeño, es decir que el tejido cierra casi por completo la entrada de la vagina. Esto puede impedir el uso de los tampones y dificulta la salida de la menstruación. Existe una corta cirugía para lograr abrir el himen al tamaño ideal.
3. Septado: Hay un tejido extra en la abertura, creando dos agujeros en la vagina. Como dificulta la salida de la menstruación, también requiere de una intervención mínima.
4. Imperforado: La membrana cubre totalmente el orificio de la vagina, puede que no sea muy evidente hasta que llegue el momento de la primera menstruación y esta no pueda salir por el orificio. Es posible que esto cause cólicos y dolor al ir al baño. Se debe hacer una cirugía para que se remueva el tejido extra y poder dejar fluir la sangre del periodo.
¡Pero eso no es todo, también hay personas que ni siquiera nacen con himen! Para conocer cuál es tu tipo, lo ideal es ir donde la ginecóloga y ella hará un diagnóstico rápido de esta parte del cuerpo.
Anteriormente se consideraba que una mujer era virgen si tenía todavía su himen porque usualmente este se rompe durante la primera relación sexual. Esto pasa cuando hay una penetración que traspasa el tejido, lo que ocasiona un poco de sangrado.
Sin embargo, ahora es posible saber que hay múltiples razones por las que se puede romper el himen incluso antes de este momento íntimo, por ejemplo, el montar bicicleta, practicar gimnasia o montar a caballo.
Se estima que más de 40% de las mujeres no sangran durante su primera relación sexual, puede que algunas chicas conserven el himen y no sangren la primera vez, pero sí en la segunda, o incluso pueden hacerlo en ambas.
Entonces, ¿esto qué tiene que ver con la virginidad?, en palabras simples ¡realmente nada!
El himen ha sido utilizado para definir a las mujeres de forma pura o impura, cuando el resultado no es lo que desean, por esta razón lo mejor es no asociar un concepto con el otro, pues no significan lo mismo.
De igual manera, como en algunas culturas todavía es muy importante la presencia del himen en la noche de bodas, existe una reconstrucción quirúrgica llamada himenoplatia, esta es una cirugía de corta duración en la que se “repara” un himen roto.
Por cientos de años este pequeño tejido ha definido a todas las mujeres ¡ y nosotras ni siquiera sabíamos qué era! Los tabúes se destruyen hablando y aprendiendo sobre el tema, por eso te invitamos a leer Adiós a los mitos de la menstruación, para poder disfrutar cómoda y segura las bellezas de ser mujer.
https://flo.health/es/tu-ciclo/salud/menstruacion/himen
https://clinicasaintpaul.com/himenoplastia-reconoce-los-tipos-de-himen-antes-de-tu-cirugia/
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