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12 de Octubre
La exfoliación es un proceso muy esencial e importante mediante el cual, naturalmente o con ayuda cosmética, se realiza una renovación celular ya que un exfoliante nos ayuda a eliminar las células muertas corrigiendo y mejorando la textura de la piel, asegurando una regeneración efectiva para que la piel absorba los nutrientes y luzca con vida.
Beneficios de la exfoliación
Así mismo, ayuda a que la piel quede más sedosa, lisa y lista para recibir cualquier tipo de hidratación. Este proceso se utiliza para mejorar el aspecto de la piel que puede verse afectada por diversos factores, entre ellos, el sol y el acné.
Por ello realizarnos una limpieza es un paso importante en el cuidado de la piel, sobre todo en las partes que están expuestas como la cara, pero es importante recordar que es recomendable exfoliar una vez por semana o consultar con su dermatólogo según su tipo de rostro y más aún si tienes una piel sensible o alguna patología ya que si abusamos del exfoliante nos podría provocar irritación en nuestra piel.
¿Qué tipos de exfoliante son muy buenos?
Puedes encontrar muchos exfoliantes de compra en diversos lugares, te recomiendo que preguntes bien y mires el adecuado para tu tipo de piel. Pero si quieres hacer un exfoliante casero, la avena es demasiado beneficioso; ya que es un buen aliado para poder absorber el exceso de grasa y con ello, ayuda a combatir el acné y los puntos negros.
Además, como exfoliante elimina las células muertas de la piel, reduce las manchas y absorbe el exceso de grasa sin resecar la piel, así mismo podemos prepararnos nuestro propio exfoliante, el cual consiste en mezclar una cucharada de azúcar con una cucharada de limón, la aplicamos sobre la piel previamente limpiamos y masajeamos durante 15 minutos.
Esta receta ayuda mucho a eliminar todas esas células muertas e impurezas de tu rostro para así poder obtener un cutis más luminoso y suave.
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