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24 de Febrero
A veces, incluso sin darnos cuenta, podemos estar relacionándonos con los demás de manera irresponsable y causándoles angustia.
Hay que reconocer los actos, palabras y actitudes que pueden ser dañinos para los demás y para Nosotras, por eso aquí te explicamos lo que es la responsabilidad emocional y cómo practicarla de manera más consciente.
La responsabilidad emocional va directamente ligada con la manera sana de relacionarnos con los demás. Son todos los actos demostrativos de respeto mutuo. Una persona responsable emocionalmente se caracteriza por ser clara con los demás y hacerse cargo de las propias emociones, evitando asi el dolor innecesario.
Todas buscamos cosas específicas en nuestras relaciones, ya sea de amistad, familiares, afectivas o sexuales. Es normal que a veces nos encontremos en el camino con personas que quieren cosas diferentes a Nosotras, pero lo importante es comunicarlo.
No te quedes con tus deseos o incomodidades a media garganta, asegúrate siempre de hacérselo saber a la persona con la que te estás relacionando, para que así logren tener un vínculo sano y transparente. Si una persona no resuena con tus deseos, o tú no resuenas con los suyos, está bien, siempre y cuando se lo hayan dicho mutuamente.
Solemos creer que la responsabilidad emocional solo va enfocada a los vínculos afectivos románticos, que, aunque sí están relacionados en este ámbito, no es la única forma de relacionamiento que requiere de nuestra honestidad y compromiso con los demás.
Las relaciones de amistad o familiares también necesitan conversaciones claras, en las que debemos expresarnos, así como queremos que nos expresen ciertas necesidades y deseos.
Sabes que debes ser responsable emocionalmente cuando notas que la persona que se está relacionando contigo, tiene expectativas diferentes al vínculo que están creando y esto le empieza a generar angustia, o de la misma manera, cuando tú te sientes más comprometida e involucrada que la otra persona, y esto te genera dolor e incertidumbre.
En ocasiones no queremos exactamente lo que la otra persona puede ofrecernos, pero tampoco queremos que esa persona se vaya. Si has estado en esta situación debes parar y ser consciente de que, esto que a ti ahora te está generando diversión y representando poca importancia, para la otra persona puede estar significando un mundo completo y a la larga se sentirá lastimada o herida.
No busques siempre quedar como la de la buena cara con los demás, a veces la honestidad duele, pero a la larga es mejor y debes aprender a asumirla. Verás como, si eres clara desde un principio, las cosas fluirán de la mejor manera y te cruzarás en tu camino con personas que resuenen en tu misma sintonía.
No pienses desde el ego ni dejes que tu mente actúe con egoísmo solo porque no quieres estar sola, párate a pensar en si de verdad estás haciendo sentir bien a la otra persona o solo permaneces en ese vínculo sin saber por qué.
Si piensas solo en tu bienestar, en tu diversión momentánea y en lo que tú estás sintiendo, entonces estás siendo irresponsable emocionalmente.
Hay que ver un poco más allá y pensar en las personas que también se están relacionando contigo. Es indispensable dejar de actuar inconscientemente y pensar en las consecuencias para que a la larga puedas hacerte cargo de ellas.
Obsérvate como una persona activa en ese vínculo, no solo como un objeto. Desde tu interacción inicial con alguien más ya estás adquiriendo un compromiso de ser responsable y claro con esa persona, si no lo haces, entonces no estás siendo responsable.
Debemos empezar comprendiendo que la comunicación asertiva es la manera en la que nos expresamos, buscando que nos entiendan, pero también buscando comprender a los demás. Es esencial comunicar nuestras necesidades, pero sin pisotear las del otro.
Para comunicarte asertivamente debes buscar que la otra persona se sienta cómoda en medio de la conversación, que se sienta escuchada y tomarte el trabajo de comprender lo que dice, pero sin perder tu postura.
Por medio de una buena comunicación se puede adquirir con mucha más facilidad y consciencia la responsabilidad emocional. Son dos términos que están muy ligados: si aprendemos a expresarnos al mismo tiempo que aprendemos a escuchar, entonces podremos llegar a acuerdos comunes con mayor facilidad, explicar situaciones y solucionar conflictos. Si aprendes a comunicarte asertivamente ya llevarás un peldaño grande recorrido para alcanzar la responsabilidad afectiva.
Comprender que el éxito de un buen relacionamiento, está principalmente en el autoconocimiento es todo un reto.
Solemos poner las expectativas de un vínculo en cómo la otra persona se comporta con nosotros y a partir de ello actuamos nosotros también, pero, como todo en la vida, este camino no es recto y tiene muchos matices. Antes de buscar que los demás sepan relacionarse contigo y comprenderte, busca entenderte tú misma.
La inteligencia emocional busca que comprendamos nuestras propias emociones, que antes de relacionarnos conozcamos nuestros límites, deseos y aprendamos a gestionar nuestro mundo emocional. Cuando aprendes a reconocer y dominar tu sentir, será mucho más fácil expresarlo de manera asertiva al mundo y así ser más responsable afectivamente.
Es normal que en ocasiones algunas emociones se sientan incómodas o dolorosas y queramos evadirlas, pero debes comprender que todas hacen parte de los procesos y no está mal vivirlas con todo lo que traen.
No es que sientas de manera correcta o incorrecta, tampoco es que las demás personas sean más fuertes o estén más claras que tú, simplemente estás viviendo tu proceso y la mejor manera de gestionarlo es siéndote completamente honesta y no reprimiendo todo esto que estás experimentando.
Siente mucho, con toda la fuerza que tu corazón te permita, pero busca no hacerle daño a los demás ni a ti misma. Busca las herramientas necesarias para que las emociones que estás experimentando pasen por tu vida de una manera sana, y así mismo se las puedas transmitir a los demás.
Si hoy estás triste, procura gestionarlo como más cómoda lo sientas: vé por un café sola o en compañía, conversa con una amiga y ve sacando esa tristeza de tu sistema, pero comunícalo siempre, no dejes la mente de quienes te rodean abierta a posibilidades: un “hoy no me siento bien del todo, pero cuando esté mejor te escribiré” nunca está de más.
Cuando estés conociendo a alguien no te engañes a ti misma intentando gustarle y hacer lo posible para encajar, cuando ni siquiera te has tomado el tiempo de preguntarte a ti misma si esa persona si te agrada a TI.
El primer paso es reconocer si tú te sientes cómoda en ese lugar. Después de responder a esta pregunta es esencial que sea cual sea la respuesta, empieces a comunicársela de alguna manera. Ya sea que no te sentiste cómoda o algo en tu interior te dice que no encajaron del todo, o que por el contrario resonaste mucho con lo que es y transmite la otra persona, díselo, con seguridad lo agradecerá y también te dará una retroalimentación a ti de cómo se ha venido sintiendo a tu lado y así sabrán si es buena idea que se vean de nuevo.
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