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30 de Agosto
El sostén, corpiño o brasier, amado por muchas y odiado por otras tantas. Una prenda con historia y con muchos mitos a su alrededor. Una prenda que muchas se quitan apenas llegan a casa, otras se niegan a usarlo, mientras otras lo usan hasta para dormir.
El primer antepasado en el árbol genealógico del corpiño, lo podemos encontrar en el Imperio Romano, época en la que las mujeres utilizaban una banda de tela alrededor del pecho. Sin embargo, su pariente más cercano es el corset, prenda que se popularizaría en el siglo XVI gracias a Catalina de Medici, esposa del Rey de Francia Enrique II, quien impuso su utilización.
Hacia fines de 1860, Herminie Cadolle creó un corset dividido en 2 partes, la superior para sostener el busto y la parte inferior para marcar la cintura. En 1893, Marie Tucek, diseñó el primer corpiño con aros, del cual casi no lograría ventas.
En 1914, Mary Phelps -jacobs, concurrió con su corset a una fiesta de la alta sociedad, y al sentirse incómoda con esta prenda, utilizó dos pañuelos unidos con cintas para reemplazar al corset y poder sostener su busto; algo que le resultó tan cómodo que comenzó a fabricar estos corpiños para sus amigas y, luego, finalmente con el paso del tiempo vendería la patente.
Desde su creación se le ha otorgado a esta prenda beneficios, como también se la ha hecho acreedora de múltiples mitos.
Este es uno de los mitos más arraigados y es completamente falso. El cáncer de mama no tiene ningún tipo de relación con el uso o no uso de corpiño. El aro de la taza del brasier suele comprimir la parte inferior y externa de cada mama, esta molestia originada por la compresión ha llevado a la falsa creencia de que puede ser la responsable del origen de un cáncer de mama. Así que, es importante aclarar que ningún tipo de corpiño origina cáncer de mama.
Usar corpiño no va a evitar que “se caigan” las mamas y el no usarlo tampoco va a producir que “se caigan”. Dentro de los factores que participan en la turgencia mamaria se encuentra la cantidad de tejido mamario, la cantidad de tejido adiposo, la relación entre ellos y la predisposición genética.
Una mujer con sobrepeso suele tener mayor cantidad de tejido graso en sus mamas, con lo cual sus mamas suelen ser más péndulas, lo mismo pasa a medida que se cumplen años, ya que, al ir envejeciendo, el tejido glandular se reemplaza paulatinamente por tejido adiposo.
En mujeres que amamantaron las mamas suelen encontrarse más caídas que aquellas que no han amamantado. Si pierdes peso rápidamente, los senos también podrían encontrarse menos turgentes. ¡Pero esto solo es información, cualquiera que sea el tamaño o forma de tus senos, es perfecta!
La salud mamaria no se ve afectada por la utilización del sostén para dormir como tampoco se beneficia si no lo usas. El usar brasier con aro para dormir sí podría originar dolores mamarios por constante la compresión.
Ningún tipo de tela usada en los corpiños afecta a los pezones; en algunas mujeres con pieles muy sensibles podría originarse algún tipo de irritación, pero no produciría ningún efecto nocivo a largo plazo.
No es que sean mejores, simplemente dan una mejor contención a las mamas al realizar actividad física y correr, resultando más cómodos para este tipo de actividades.
Con sostén o sin sostén conoce y revisa tus mamás. Mirarlas, tocarlas y realizar tus controles de senos anuales te darán un gran beneficio. El usar o no usar sostén es una decisión solamente tuya, basado en lo que te resulte más cómodo.
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