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31 de Octubre
Nuestra vagina es una parte única y extraordinaria de nuestro cuerpo. Es un centro neurálgico donde un ecosistema de bacterias, levaduras y muchos otros microorganismos conviven en armonía... bueno, ¡la mayor parte del tiempo! Y mantenerlos en equilibrio desempeña un papel importante en nuestra salud íntima general.
Estamos seguras de que ya has escuchado hablar sobre las alergias e infecciones vaginales, pero ¿sabes cuáles son sus causas?, ¿conoces los síntomas? Aquí queremos contarte sobre las más comunes, para que estés enterada de este tema que ¡afecta a muchísimas mujeres!
La importancia del pH vaginal es primordial ya que se encarga de la defensa de nuestra vagina con respecto a infecciones que podemos contraer, también se encarga de aquellas partículas externas no favorables.
Es importante tener un buen cuidado e higiene vaginal para que tu pH se mantenga regulado y así evitar molestias e infecciones. Cuando el pH no es el indicado, aparecen enfermedades e irritaciones.
Cualquiera que sea el caso o la situación, lo más importante es visitar a tu ginecóloga y así conocer las condiciones de tu pH vaginal y mantenerlo equilibrado en caso que existan algunas alteraciones que lo estén afectando.
Médicamente las infecciones vaginales son conocidas como vaginitis, las cuales son causadas por hongos, bacterias (vaginosis bacteriana) o tricomoniasis. Los signos y síntomas de una infección vaginal son: el mal olor en tu Zona V, ardor, dolor al orinar y flujo vaginal diferente del habitual.
Hay mujeres que no presentan síntomas o son tan leves que no se alarman frente a cambios en su vagina, por eso es importante visitar al ginecólogo regularmente para que te revise y si encuentra alguna irregularidad, te haga exámenes para identificar posibles infecciones vaginales.
Como te hemos contado, tu Zona V puede tener alteraciones y presentar ardor, picazón e irritación, y aunque no hay nada que prohíba tener relaciones sexuales con una infección vaginal, si te recomendamos que lo consideres porque te podría afectar. Al tener la vagina irritada, tu canal vaginal también lo podría estar, y si tienes una mala reacción ante los fluidos de tu pareja, un condón o un lubricante, tu pH se altera y la infección podría empeorar. Aunque las infecciones vaginales no son una enfermedad de transmisión sexual, si podrían afectar a tu pareja generando un sarpullido después de tener relaciones sexuales. Si esto ocurre lo mejor es visitar a un médico. También debes saber que tener una infección disminuye la seguridad de los condones, por lo que hay mayor probabilidad de que fallen.
Nuestra Zona V cuenta con hongos y bacterias que ayudan a que sus funciones se desarrollen con normalidad y cuando hay un cambio en este equilibrio de nuestras zonas íntimas, como la vagina, se presenta la vaginitis o vulvovaginitis.
Por lo general, esta inflamación de la zona íntima de la vagina genera comezón, dolor, cambios en el olor normal de tu vagina y en el color del flujo vaginal. Algunas de las causas más comunes son: tomar antibióticos, las duchas vaginales, los dispositivos intrauterinos y las relaciones sexuales con una nueva pareja.
La vaginitis es manejada dependiendo del tipo de vaginitis, puede ser con antibióticos, los cuales son recetados por un profesional de la salud, en este caso, una ginecóloga. Puedes ser medicada con crema, medicamentos u óvulos. Estos serán los encargados de combatir la infección.
No intentes manejar o combatir los síntomas automedicándote o utilizando “medicamentos caseros”, es necesario y fundamental consultar al profesional de la salud que será el encargado de revisarte y brindarte un diagnóstico y tratamiento adecuado para el mismo.
Esta se da por el sudor, el mal uso de los protectores diarios o porque se aplica sobre la piel de la Zona V algún productos como jabones, duchas vaginales o cremas que producen una reacción alérgica en la zona íntima de la vulva o en la zona alrededor de esta, haciendo que aparezcan ampollas y picazón. También se puede presentar de una forma más leve con el enrojecimiento de la piel e inflamación.
Lo mejor para controlarlo es descubrir qué es lo que está generando este tipo de reacción en la piel íntima de la vagina y, si es un producto, la recomendación es pararlo de inmediato y visitar a un médico especialista. En este tipo de casos, es recomendable evitar el uso del jabón con el que usualmente lavas tu cuerpo, ya que su pH es diferente al de tu zona íntima.
Esta es una de las infecciones en la zona íntima vaginal más comunes por las cuales puede picar la vagina. Por lo general, el hongo que la provoca se encuentra en la Zona V en pequeñas cantidades, pero, frente a un desequilibrio se puede multiplicar causando molestias que generan: picazón, enrojecimiento, ardor, dolor para orinar y cambios en el color del flujo menstrual.
Tener defensas bajitas, el embarazo, el estrés, los anticonceptivos, entre otros, pueden ser los causantes de esta infección vaginal que es más común de lo que crees.
Básicamente, todas tenemos hongos en la vagina (que no nos causan problemas la mayoría de las veces) y el trabajo de las bacterias buenas de nuestro cuerpo es evitar que crezcan demasiado rápido. Pero, en ocasiones, cuando se dan las condiciones adecuadas, estos hongos pueden crecer de forma descontrolada y desequilibrada, provocando una infección. ¿Qué puede desencadenarla?
Tomar demasiados antibióticos
¡Sí! Tomarlos en exceso es una de las causas más comunes de la candidiasis. Mientras que el trabajo de los antibióticos es matar las bacterias en la vagina, no necesariamente saben la diferencia entre todas las bacterias malas y las buenas.
Cambios en los niveles hormonales
Los desequilibrios hormonales también están relacionados con las infecciones por hongos; así que, si estás embarazada, en terapia de reemplazo hormonal, tomando píldoras anticonceptivas, o incluso en momentos específicos durante tu ciclo menstrual, hay una mayor probabilidad de que puedas tener candidiasis.
El tipo de tratamiento para combatir la candidiasis depende de la gravedad de la misma. Qué tan frecuente sean las infecciones, y qué tipo de síntomas presentas. Uno de los tratamientos son medicamentos en presentación en crema, supositorios o comprimidos.
Otros pueden ser vía oral por medio de antibióticos. Consulta con tu médico para manejar los síntomas y controlar la infección.
Dentro de los tipos de infecciones vaginales, ésta es la más común de todas. La pueden provocar una gran cantidad de bacterias y en general está relacionada con un desequilibrio hormonal o con la toma prolongada de antibióticos.
Entre sus síntomas más comunes se encuentran el flujo vaginal excesivo de color blancuzco o gris, mal olor del flujo (como a pescado), ardor al orinar y picazón vaginal.
Como sabemos, nuestra vagina alberga una gran cantidad de bacterias buenas y amigables. Sin embargo, cuando las condiciones son las adecuadas, las bacterias malas pueden crecer en exceso y crear un desequilibrio en la vagina que causa infecciones como la vaginosis bacteriana. Entonces, ¿qué desencadena que estas bacterias malas crezcan sin control?
Tener relaciones sexuales sin protección: en algunos casos, cuando hay semen durante las relaciones sexuales, éste puede afectar al pH natural de la vagina debido a su naturaleza alcalina.
No tener una adecuada higiene íntima: Mientras que lavarse la vulva (la parte externa de la zona V) a diario es una buena idea, limpiarse la vagina (la parte interna) nunca lo es, ya que puede alterar el pH vaginal. Esto puede causar el efecto contrario al deseado y producir bacterias malolientes que conducen a infecciones vaginales como la vaginosis bacteriana.
No cambiarse los productos de la regla con regularidad: la sangre menstrual tiene un pH ligeramente alcalino y no cambiar los productos del periodo cada cierto tiempo, puede crear el ambiente perfecto para que crezcan las bacterias malas. Con la nueva actualización de Nosotras V-App podrás agregar recordatorios para cambiar tus toallas o tampones y mantener siempre limpia tu zona V. Descárgala en Google Play Store para Android o en la App Store para Apple.
Si crees que puedes tener vaginosis bacteriana, intenta no preocuparte. Aunque puede ser una molestia, es bastante fácil de resolver. El tratamiento más común son los antibióticos recetados por un médico: puedes tomarlos por vía oral en forma de comprimidos o conseguir un gel o crema para aplicar directamente en el interior de la vagina.
Aunque puede resultar incómodo hablar de temas íntimos, siempre es una buena idea hablar con tu médico, ya que podrá tranquilizarte y recomendarte el mejor tratamiento
Es una infección causada por el parásito Trichomonas vaginalis y siempre tiene contagio de transmisión sexual. Los hombres son los portadores, pero solamente las mujeres presentamos los síntomas de esta infección.
Si una mujer embarazada es contagiada con esta infección, se considera una enfermedad grave porque aumenta el riesgo de un parto prematuro. Los síntomas son: Secreción vaginal abundante de color verde o amarillo, olor a pescado en toda la Zona V, picazón en .la vagina, molestia al orinar y dolor al tener relaciones sexuales.
Esta infección se considera una enfermedad de transmisión sexual y afecta principalmente a los jóvenes. Es provocada por la bacteria Chlamydia trachomatis y generalmente es asintomática, lo que hace que el contagio sea mucho mayor.
Es una enfermedad que, a pesar de tener un tratamiento fácil, se considera de alto riesgo porque provoca lesiones en cuello del útero, esterilidad, secreción en el pene, dolor durante el acto sexual, sangrado después del sexo en las mujeres y dolor en los testículos.
Cambia tus protectores, toallas higiénicas y tampones con regularidad.
Usa jabones diseñados exclusivamente para tu zona V. Encuentra en Nosotras el ideal para ti.
En días de sol, evita dejarte el vestido de baño mojado por mucho tiempo.
Seca muy bien tu zona íntima después de la ducha y usa ropa interior de algodón.
Evita usar ropa demasiado ajustada.
Evita las duchas vaginales y, en caso de usar lubricantes por primera vez, empieza por los que son a base de agua.
Las alergias e infecciones vaginales son súper comunes y muy normales entre Nosotras. La gran mayoría son muy fáciles de tratar. Conoce tu Zona V, préstale atención a cualquier cambio y visita a tu médico cuando consideres que algo no está bien, así podrás reaccionar a tiempo ante cualquier molestia y evitar que se convierta en algo más grave o difícil de tratar.
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