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23 de Noviembre
¿Y quién no? Todas nos hemos obsesionado con la idea de lucir PERFECTAS: cabello aterciopelado, piel de porcelana, sin manchas, granitos o cicatrices, el cuerpo esbelto pero curvilíneo y ropa en tendencia.
Lo que tenemos que saber es que esas imágenes pasan por grandes procesos de edición, sea a través de una aplicación en el celular o por computadora, muchas de ellas presumen artículos que no necesariamente son adquiridos por ellas.
Como experta en edición de fotografías, te cuento algunos chismecitos que hacemos al editar fotos:
Eliminamos toda mancha, granito o arruguita y una que otra peca que está de más.
Eliminamos o colocamos sombras para que visualmente te enfoques en una parte específica de la modelo. ¡Seguro que no lo sabías!
También podemos editar las curvas de las personas, desde la cintura hasta el dedo meñique del pie. Todo es posible.
La altura también es algo que suele cambiar, aunque toma más horas de trabajo, también es editable.
El color de la piel también suele cambiarse, así lucirá más bronceada y fresca.
Esto es parte final del trabajo de todo un equipo, porque antes, maquillistas, vestuaristas, fotógrafo, técnicos de iluminación y más personas, trabajaron en conjunto para que te asombres de cada fotografía de la modelo o artista.
Si ves una fotografía de alguien que admires, no olvides que detrás de ella hay un gran equipo y muchas muchísimas horas de trabajo.
Ese es su trabajo, lucir perfectas, ellas dependen de su imagen para generar ingresos y aunque suene el trabajo ideal, vivir pensando en la imagen 24/7, es realmente agotador.
No te estoy contando esto para que creas que lo que ves es mentira o no es tan real, te cuento esto para que te des cuenta de que tú eres hermosa, que no hay nadie perfecto en esta vida, todos somos seres humanos y tenemos imperfecciones, mírate a un espejo y verás la gran mujer que eres.
Todas las fotos se pueden editar, pero el amor propio no tiene aplicación para editarlo.
Estoy segura de que si tienes un amor propio increíble serás una modelo a seguir, todas querrán tener esa fuerza interna que tienes, te admirarán y desearán ser como tú, una gran modelo de amor propio.
Admirarte, amarte y respetarte, es un trabajo solo para ti.
No hay belleza más grande que ser feliz.
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