Volver a
28 de Junio
Hoy vamos a hablar de una tema que estamos seguras de que te interesa mucho porque caaasi todas las personas hemos tenido una relación de esas que llamamos “casi algo”. ¿Sabes qué es? ¿Quieres aprender a relacionarte de maneras más sanas con los demás y con tus emociones? ¡¡Aquí vamos a hablar de todo lo importante de este tema.
Les llamamos “casi algo” a los vínculos de pareja que no llegaron a formalizarse como una relación de noviazgo, pero a veces se nos olvida que “ser algo” o no, ¡no depende de un título!, sino del significado que nosotras le damos a ese vínculo. Las relaciones de pareja no tienen que tener un nombre específico para tener un valor en tu vida y en tu historia.
Cuando le llamamos “casi algo” a un vínculo en el que hubo sentimientos y momentos, estamos creando una nueva manera de invalidar todo lo que sentimos e intentamos pretender que no existen todas esas emociones.
Acuérdate que todo lo que no nombramos, es como si no existiera en nuestra realidad, pero todo lo que sentiste con esa persona, así no hubiera una relación formal, existieron. Y todo lo que estás sintiendo luego de que se haya acabado, son reales y tienes el derecho de sentirlas por más incómodas que te resulten.
Otra cosa que influye muchísimo en el dolor que sentimos cuando se acaban esos vínculos de “casi algo” es que, al no haber consolidado una relación formal, es muy posible que no conociéramos del todo a la persona que tanto nos gustaba… por lo que ¡podemos estar idealizando a la persona y a la relación!
Cuando nos enamoramos, ocurren una serie de reacciones químicas en nuestro cerebro que nos ayudan a mantener el interés durante un par de meses, en los que podemos darnos la oportunidad de aprender a amar a esa persona.
Pero, ¿qué pasa cuando nunca podemos conocer a la persona de la que nos enamoramos? ¡Nos la imaginamos perfecta! Pensamos que esa persona va a suplir todas nuestras necesidades y nos creamos mil escenarios en nuestra cabeza en donde todo resulta como en una película de Disney.
Idealizamos a las personas cuando proyectamos en ellas todos nuestros deseos, sin considerar que son personas reales de carne y hueso que cometen errores, tienen miedos e hieren a los demás muchas veces sin intención.
No necesitas que algo sea formal para "tener permiso" de sentir lo que sea que estés sintiendo, especialmente después de que ese vínculo se pierde.
¿Cómo procesar los finales de los “casi algo”?
Está bien que los llames "rupturas": Las etiquetas y los títulos no son lo que vuelven a las relaciones reales. Es normal que te sientas muy triste ante este final porque tú le habías invertido energía y cariño. No importa si para la otra persona es más o menos doloroso. ¡Preocúpate por procesar las cosas a tu manera!
Ponle nombre a tus emociones: Recuerda que las emociones normales de los duelos las podemos sentir ante cualquier ruptura de nuestra vida, no necesariamente solo las amorosas. Repitete siempre que está bien sentir este dolor en este momento porque vas a sanar.
Busca apoyo emocional en amigos o familiares: Cuando eres capaz de nombrar lo que estás sintiendo, logras ver que hay una parte de ti que tiene muchas necesidades sociales insatisfechas, por lo que este es un momento perfecto para que te acerques más a tus amigos y a tu familia.
Haz consciente la idealización: Intenta tener presente que esa persona es un ser humano real con defectos y manías que no llegaste a conocer bien…entonces, si no conociste eso que te molestaba, solo vas a extrañar la parte perfecta de esa persona que solo existe en tu mente.
Cuando terminamos una relación amorosa, creemos que nunca vamos a poder sentirnos de la misma manera y que toda nuestra vida estará condenada a la soledad. ¡¡Así somos!! No está mal pensar eso, pues es una reacción que tenemos para intentar protegernos del dolor que estamos sintiendo en ese momento.
Pero, el problema está cuando no procesamos debidamente ese duelo y nos quedamos reviviendo el trauma de la ruptura durante mucho tiempo.
Es normal que duela, pero también es normal superarlo. No toda la vida te va a doler como el primer día y no siempre te vas a sentir tan sola como en el momento de la ruptura.
Spoiler: ¡te vas a volver a enamorar! Muchas veces. Vas a tener otras personas que te gusten mucho. Habrá otros casi algo y habrá otras parejas. Habrá también más dolor, pero también habrá otras amigas y otras situaciones felices. ¡La vida no se acaba cuando se acaba una relación! Lo más importante es el amor que te tienes a ti misma.
Los casi algo son normales porque tenemos que entender que el objetivo de las relaciones no tiene que ser siempre volverse novios para luego casarse. Tenemos relaciones con otras personas porque somos seres sociales, porque es lo que hacemos como seres humanos. Tenemos relaciones para sentirnos acompañadas, para aprender más de nosotras mismas, para crecer de la mano de otra persona y para disfrutarlas mucho.
Cuando logremos sacarnos de la cabeza que el objetivo de las relaciones es tener un título, vamos a poder tener relaciones en las que ambas personas puedan ser responsables con sus emociones y con las del otro para construir un cariño bonito y sano que resulte placentero y feliz para los dos.
Los casi algo nos pueden ayudar a encontrar en nosotras mismas las cosas que no nos gustan tanto, los patrones que siempre repetimos que nos hieren y que hieren a los que queremos. Cuando empezamos a sanar el dolor de la ruptura, podemos hacer un ejercicio de consciencia en el que trabajemos en ser la mejor versión de nosotras.
¡Claro que sí! Nosotras creemos que ir a terapia es un regalo increíble que todas las personas deberían permitirse al menos una vez en la vida. La psicoterapia nos puede ayudar a tramitar nuestras emociones del presente con mayor tranquilidad y nos entrega herramientas que nos van a servir toda la vida para afrontar las relaciones de una manera que nos haga sentir más felices.
Recuerda que puedes acceder de manera gratuita al consultorio virtual de nuestra Psicóloga Nosotras en el que te brindarán toda la ayuda e información que necesites.
Déjanos tus comentarios