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7 de Enero
Todas atravesamos por esos días de estrés, ansiedad y preocupación que nos alejan de nuestro modo zen y nos ponen a vibrar bajito, por eso es esencial conocer herramientas que nos ayuden a centrarnos nuevamente y encontrar un poco de paz.
¡No tienes que ser una experta!, inicia con meditación para principiantes, aquí te damos algunos tips.
Podemos entender la meditación como esa conexión profunda que a veces necesitamos con nosotras mismas cuando buscamos relajarnos o reducir nuestro estrés, conectando nuestro cuerpo con nuestra mente.
Es una opción perfecta para esos momentos en los que queremos aquietar nuestra mente y estar más enfocadas ya sea para conectar mejor con nuestro entorno o simplemente para que las actividades diarias no se conviertan en un peso más y podamos fluir con ellas.
Aunque inicialmente la meditación parezca una actividad meramente mental y espiritual, verás que la calma y el bienestar emocional que pueden generar en ti también se reflejará en tu salud física.
Habrá algunos resultados que podrás notar de manera más inmediata:
Enfocarte en el momento presente
Ser más paciente
Adquirir nuevas perspectivas sobre ciertas situaciones que te generan estrés
Aumentar las emociones positivas y reducir las negativas
Y otros resultados que tal vez llegarán en un plazo más largo, pero que seguramente notarás:
Mejor calidad del sueño
Disminución de la presión arterial
Menos y poco frecuentes momentos de tensión
Incluso, a la larga podrás notar que la forma en la que te relacionas con tu entorno va a mejorar y todos se darán cuenta de que ¡estás vibrando alto!
Hay muchas formas de iniciar en este mundo de la meditación, aquí te damos una guía para que te animes y elijas algunas de las que mejor vibren contigo.
Este tipo de meditación para principiantes es uno de los más utilizados, porque puede resultar complicado aquietar la mente de manera autónoma, por eso, en las meditaciones guiadas puedes encontrar, como su nombre lo dice, un guía. Ya sea por medio de vídeos en Youtube, audios en Spotify e incluso encuentros presenciales planeados y programados con una persona conocedora del tema, podrás sentirte acompañada en este proceso donde te explicarán desde cómo acomodar tu cuerpo, hasta de qué manera navegar por tus pensamientos
Para practicar esta meditación vas a elegir una frase o palabra que resuene mucho contigo o con la manera en la que vez o quisieras ver el mundo. Eres autónoma en tiempo y lugar para practicar este tipo de meditación, ya que solo deberás repetir esta frase o palabra en tu mente hasta que la logres distraer del pensamiento rumiante que te agobia, y además crearás para ti un mensaje predictivo que decretará este anhelo en tu vida.
Hay quienes se agobian de solo pensar en un plan de acción para aprender a meditar, si este es tu caso, entonces la atención plena puede ser perfecta para ti. Encuentra un lugar en el que te sientas en calma y simplemente escucha, vive el momento presente y recuérdate que solo tenemos el aquí y el ahora.
Puede parecer muy sencillo, pero a veces lo olvidamos, y es que respirar es una actividad que tenemos tan automatizada que solemos olvidar su trascendencia e importancia. En esta meditación para principiantes es esencial que estés en un lugar que te haga sentir segura y, sin más, regules tu respiración. Inhala, exhala y solo céntrate en eso. Hazlo en conteos precisos de tiempo y cuando menos pienses tu mente estará centrada en un pensamiento y actividad diferente al conflicto inicial que te estaba quitando la paz.
Aquí aplica la ley de que los básicos siempre funcionan mejor. No busques posturas complejas, elije lo que te resulte más fácil y cómodo.
Acostada: Puede ser en tu cama, en una colchoneta o si tienes la oportunidad, al aire libre y en conexión con el entorno.
Sentada: Según el contexto en el que te encuentres, ya sea en una silla para descansar la columna o en el suelo con los pies cruzados para generar mayor conexión. No olvides fijarte en la posición de tu espalda, que debe estar recta para evitar molestias.
Sobre tus propios pies: Sentada sobre tus pies también es una posición común, siempre y cuando no te genere incomodidad.
Caminando: Aunque podría parecer una actividad que te desconcentraría de tu meditación, hay para quienes caminar ayuda aún más a despejar la mente y mantener una respiración consciente. Es importante que para esto encuentres un espacio tranquilo, preferiblemente de conexión con la naturaleza para que así logres concentrarte aún más.
No hay una guía exacta que te dicte de qué manera es correcto o no conversar con tu mente, porque este es un tema muy individual y todas tenemos herramientas y preferencias muy diferentes, por eso es importante que te tomes el tiempo de descubrir qué es lo más adecuado para ti, pero sí es cierto que hay algunos tips que te podrían servir en este camino de meditación para principiantes.
Procura estar en un lugar que te genere paz.
Asegúrate de que la posición que tiene tu cuerpo sea cómoda y no interrumpa tu meditación.
Mantén tu mente abierta al mundo de posibilidades que la meditación puede abrir ante ti.
Respira con calma. La respiración es un elemento fundamental para la meditación, hazlo lenta y conscientemente.
Te adelantamos algo de lo que te darás cuenta cuando inicies en este proceso: al principio puede ser frustrante y puedes sentir que no estás teniendo grandes avances o que no lo estás haciendo de la manera correcta, pero ¡no desistas! Como en casi todo en esta vida, iniciar es complicado, pero con tiempo, paciencia y práctica, lo vas a lograr.
La meditación es una actividad paciente, no esperes grandes resultados de forma inmediata, más bien sé constante y poco a poco verás como mejoras tanto en la práctica como en los resultados.
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