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19 de Marzo
Si tienes dudas sobre lo que ocurre después del parto, tu cuerpo, vagina y la intimidad con tu pareja, este artículo te va a encantar.
Cuando tienes un bebé, las cosas cambian muy rápido. Hay una nueva persona en tu familia: un bebé al que amar, cuidar y alimentar. Puede sentirse maravilloso, desconcertante, sorprendente y aterrador al mismo tiempo. Además del cambio más grande (la persona completamente nueva que aún no puede sostener su propia cabecita), también debes pensar en ti misma.
Los cambios en tu cuerpo cuando te conviertes en mamá son internos y externos, tanto físicos como mentales. Tu cuerpo no se verá ni se sentirá igual que antes de quedar embarazada, ¡Y eso está bien! Tu vagina puede ser diferente, pero es una parte completamente natural del crecimiento y de la experiencia de tener hijos. Tal vez, tengas algunas estrías nuevas ¡Ámalas y aprécialas! Aprende con Nosotras cómo puede cambiar tu Zona V (la vagina, la vulva y la pelvis) después de dar a luz, para que sepas qué esperar después de que termines de esperar.
Es natural que tu Zona-V y especialmente tu vagina, cambien después de tener un bebé. Esto se debe a que, para que un bebé viaje a través del cuello uterino y la vagina, la entrada de ésta debe estirarse. Los lados de tu vagina también se separan y ensanchan. A veces, la piel entre la entrada vaginal y el ano (conocido como perineo) puede rasgarse, o incluso ser cortado por el médico para permitir que el bebé pueda salir, esto se le denomina episiotomía, pueden ofrecerte calmar el dolor (generalmente anestesia local para adormecer el área) y si es necesario, te harán algunos puntos. Aunque esto pueda ser desalentador, lo importante es que tú y tu bebé estén bien.
9 de cada 10 madres primerizas que tienen un parto vaginal, experimentarán algún tipo de desgarro, roce o episiotomía, [2] por lo que es algo extremadamente común. Aunque la idea de un desgarro o corte pueda asustarte, es útil hablar con otras mujeres que hayan pasado por lo mismo, para que te ayuden a apoyarte. También puedes discutir esto en cualquier cita médica previa al parto para asegurarte de lo que podría suceder y cómo te recuperarás de ello.
Después de que nazca tu bebé, tu vagina puede verse más ancha que antes. También puede sentirse más suelta, más suave y más "abierta". [3] pero esto debería disminuir unos días después del parto a medida que te adaptas a ser una nueva madre.
Aunque es probable que tu vagina no vuelva a ser exactamente como era antes, esto es natural y no es algo de lo que debas preocuparte. ¡Los ejercicios del suelo pélvico pueden ayudar a tensar los músculos que rodean la vagina en poco tiempo! Puedes hacer ejercicios de kegel mientras haces otras cosas, como mientras estás esperando en una fila, ves televisión, tu bebé duerme la siesta o mientras conduces. Incluso puedes comenzar durante el embarazo. Los ejercicios del suelo pélvico también son una excelente manera de ayudar a reducir los pequeños goteos de orina que podrías experimentar después de dar a luz.
Después de tener a tu bebé, tiene niveles más bajos de estrógenos en tu cuerpo, en comparación con cuando estabas embarazada. Esto puede estar relacionado con que tu vagina se sienta más seca de lo que estás acostumbrada. Si decides amamantar, tus niveles de estrógeno también pueden ser más bajos que si decides no hacerlo.
Si comienzas a tener relaciones sexuales nuevamente, usar un lubricante suave a base de agua podría ayudarte a sentirte más cómoda. Por supuesto, puede que no sea lo primero que quieras hacer después de tener un bebé, ¡Además la libido más baja es completamente normal! [4] Habla con tu pareja sobre la intimidad, cuéntale lo que sientes no solo física sino mentalmente. Si continúas estando reseca o sientes dolor, habla con un médico para obtener más consejos.
Tu vulva habrá pasado por mucho, especialmente si tu perineo necesitó puntos de sutura después de un desgarro o una episiotomía durante el parto. Probablemente sientas bastante dolor, pero esto generalmente mejora dentro de las 6 a 12 semanas posteriores al parto. Los analgésicos podrían ayudarte, pero siempre consulta con tu médico o farmacéutico si estás lactando.
Mientras te recuperas, es importante mantener tu Zona V limpia cuando tienes la menstruación después del parto. Puedes hacerlo lavándote las manos antes de cambiar tu toalla, cambiándolas con frecuencia y bañándote o duchándote regularmente. Después de un tiempo todo debería calmarse.
Practicar el cuidado personal como nueva mamá es muy importante, especialmente recordar cuidar tanto tu salud física como mental. Puede ser bueno pedir el apoyo de tu pareja o familia para que puedas tomarte un poco de tiempo, incluso cuando las cosas parezcan frenéticas, poner algunas melodías relajantes, encender algunas velas y tomar un descanso en el baño.
No es solo tu Zona-V la que cambia después de un parto. Todo tu cuerpo tiene que hacer la transición del embarazo a la lactancia. Aquí hay un par de cambios completamente naturales que puedes notar cuando te miras en el espejo:
Tu barriga se estiraba a medida que tu bebé crecía dentro de ti y puede seguir estando holgada después de que nazca tu bebé, esto sucede porque tus músculos y tu piel se estiraron.
Si bien es posible que sientas la presión de "recuperar" tu cuerpo anterior al bebé, es absolutamente normal no tener abdominales planos. Has estado un poco ocupada cuidando a un ser humano literalmente. Comer bien y hacer algo de ejercicio cuando puedas, te mantendrá en forma y fuerte, y mejorará tu estado de ánimo. No te compares con otras personas, recuerda que cada quién vive su propio proceso y que eres hermosa, tal y como eres.
Las estrías aparecen cuando la piel se estira y la capa intermedia de la piel se rompe en algunos lugares. Pueden ser rosadas, rojas, cafés, negras, plateadas o incluso moradas, según el tipo de piel, y aparecen en el vientre, en la parte superior de los muslos y los senos. Le sucede a 8 de cada 10 mujeres embarazadas [5] , así que ¡No estás sola! Pueden desvanecerse gradualmente y volverse más pálidos y menos notorios a medida que pasa el tiempo. Piensa en las estrías como hermosos recordatorios de lo fuerte y valiente que eres.
Tu cuerpo es capaz de muchas cosas: puede cambiar, crecer y repararse para dar nueva vida. Se verá diferente y un poco extraño al principio, pero siéntete orgullosa de lo que ha pasado tu cuerpo, cuídalo tomándote el tiempo para revisarte a ti misma y no descuides tu salud y bienestar.
La información médica en este artículo se proporciona únicamente como un recurso de información y no se debe usar ni depender de ella para fines de diagnóstico o tratamiento. Consulta a tu médico para obtener orientación sobre una condición médica específica.
Referencias
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