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8 de Noviembre
Nos han dicho bastantes cosas sobre la anatomía de los órganos sexuales femeninos, como que hacen posible la gestación y que dirigen muchos de los cambios que ocurren a nivel físico e incluso mental en nosotras. Pero quizá no nos han contado algo importante: que estamos hechas para nuestro disfrute y placer y que, si conocemos bien las partes y funcionamiento del cuerpo, podemos sacarle provecho en pareja e incluso en solitario. Hoy te contamos sobre la anatomía de los órganos sexuales femeninos.
Conocer la anatomía de los órganos sexuales femeninos nos ayuda a prevenir enfermedades y malestares innecesarios. Las ETS, de las que puedes aprender mucho más en nuestro artículo 10 mitos de las ETS, son un riesgo latente para quienes tengan una vida sexual activa, y la mejor forma de prevenirlas es entendiendo que la sexualidad es diversa y no necesariamente debemos ponernos en riesgo de contagio para disfrutarla. Por otra parte, entender lo que nos gusta y lo que no, nos ayudará a tener una mejor relación con nosotras mismas y con nuestra pareja, mejorando las relaciones sexuales que entablemos y maximizando el disfrute. Por último, nos ayudará también, a conocer más sobre reproducción y maternidad, y nos dará herramientas para enseñarle a nuestros hijos en un futuro.
La anatomía de los órganos sexuales femeninos es la forma práctica de entender el placer de la mujer. Empecemos por lo primero, en lo más alto del sistema reproductivo femenino están los ovarios, donde nacen los óvulos y las hormonas principales: estrógeno y progesterona. El útero, un camino largo entre el cérvix y los ovarios, es el espacio donde se encuentran el óvulo y el espermatozoide. Y allí mismo, en la matriz, crece el bebé. El cérvix es donde se conecta la parte más baja del útero con la vagina y donde se aloja el pene cuando hay penetración. La vagina es lo suficientemente elástica como para permitir el ingreso del pene o para dejar salir un bebé. Esta última es uno de los tres orificios que hay en la vulva: uretra, vagina, y ano. Y es allí, en la vulva, donde se aloja el órgano femenino del placer: el clítoris.
Conocer la anatomía de los órganos sexuales femeninos es sencillo si nos guiamos únicamente por la Zona V, pero como los puntos erógenos pueden ser infinitos y únicos en cada una, el asunto puede complicarse.
El clítoris es el órgano del placer femenino, es sumamente sensible y tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas. Tiene una única función que es proveer el placer y llevarnos al orgasmo. Pero no es el único sensible al estímulo sexual. Llegar lentamente desde diferentes ángulos al clítoris, permitirá un orgasmo mucho más profundo y una sensación de excitación superior.
Usualmente las zonas erógenas están dadas por las terminaciones nerviosas que hay en ellas. Hay partes del cuerpo que, por tener más de estas terminaciones, generan placer o cosquilleo al ser estimuladas. Por ejemplo, las orejas por estar interconectadas con la araña de nervios del rostro, suelen ser sensibles a los estímulos sexuales, como besos o pequeños mordiscos. Estos mismos nervios se ramifican hasta llegar al pecho, de manera que los senos y pezones serán también sensibles a los besos o el tacto. Así, si vamos bajando por el cuerpo femenino, encontramos que la zona pélvica es muy sensible en todo su contorno. Desde allí, y sin tocar directamente el clítoris, se podrá lograr una mayor erección del mismo, lo que derivará en más excitación y placer.
Lo primero es tener cuidado en la higiene de nuestra Zona V usando el Jabón Íntimo Nosotras, que puedes encontrar con aceite esencial de lavanda, con agua de rosas, herbal, Sentiti-V o frescura extrema con Hierbabuena.
Visitar a la ginecóloga periódicamente es vital para mantenernos al día con los chequeos médicos, previniendo infecciones y enfermedades. Por otra parte, tener relaciones sexuales seguras, protegiéndonos de embarazos no deseados y ITS, por medio de preservativos, es sumamente importante. Así mismo, hay prácticas sexuales, como la masturbación, que son de mucho provecho para la salud de nuestra Zona V. Nos ayuda a mantener los músculos internos en forma, reduce el estrés, libera endorfinas, lo que te hace sentir feliz, disminuye los dolores por la menstruación o cólicos y te ayuda a conocer mejor tu placer.
Esperamos que este artículo haya despejado tus dudas acerca de la anatomía de los órganos sexuales femeninos y te haya revelado nuevos aspectos de tu sexualidad. Si te quedan dudas o tienes curiosidad sobre tu cuerpo, no olvides que siempre puedes consultar de forma gratuita con nuestra ginecóloga.
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